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Claudicación Intermitente

¿Qué es la claudicación intermitente?

La claudicación intermitente es una enfermedad vascular periférica con alteraciones del sistema arterial, venoso y linfático del organismo, que afecta normalmente a las extremidades inferiores. Se distingue porque aparece un dolor muscular intenso localizado en las piernas, en la pantorrilla o en el muslo, cuando se camina o realiza un ejercicio físico, y mejora al detener la actividad. Puede llegar a resultar una enfermedad incapacitante, que suele afectar más al hombre que a la mujer, y normalmente a mayores de 60 años.

Causas

Causas

La causa más común es la arterioesclerosis responsable del 95% de las obstrucciones arteriales, debido a las denominadas "placas de ateroma".

Estas placas, poco a poco, se van agrandando en las paredes de las arterias y disminuyen su diámetro, provocando una deficiencia en el flujo sanguíneo al tejido muscular durante el ejercicio. Al disminuir el aporte de oxígeno, el músculo produce ácido láctico, que es en parte responsable del dolor.

Síntomas

Síntomas

Los síntomas más frecuentes suelen ser dolor, calambre, entumecimiento y sensación de cansancio muscular. Suelen aparecer al caminar cierta distancia o realizar actividad física que compromete los miembros inferiores, situación que mejora en reposo. En la claudicación intermitente, la distancia recorrida antes de aparecer el dolor que obliga a detenerse, suele ser constante en un mismo paciente. El dolor se manifiesta en áreas dístales a la obstrucción, por ejemplo, si la obstrucción de la arteria es a nivel de la ingle, el dolor se sentirá en el muslo.

Puede darse el caso de que el dolor aparezca estando en reposo; ello indica un mayor grado de severidad de la obstrucción. También se da el caso de que en algunas personas el dolor aumenta en posición acostada, mientras que mejora estando de pie por efecto de la gravedad.

Existen otra serie de síntomas como la piel fría y pálida, engrosamiento de las uñas de los pies, parestesias, hormigueos en las áreas afectadas, que también son características de la enfermedad, pudiendo preceder a la aparición del dolor, por lo que en esos casos debe ser consultado al médico.

La obstrucción arterial también provoca una mayor dificultad para la cicatrización de las heridas, así como una mayor frecuencia de infección. Y en caso de enfermedad muy avanzada, pueden aparecer lesiones tróficas en las extremidades distales, como son úlceras y gangrena.

Es importante que el médico diferencie entre el dolor por obstrucción de la arteria y otro tipo de dolores, de origen neurológico, como puede ser el causado por la estenosis a nivel del canal vertebral; o la compresión de un nervio a nivel de la columna vertebral. En estos casos, el dolor se irradia generalmente a ambas piernas y no desaparece en forma rápida al detener la marcha, necesitando el paciente sentarse o tumbarse para aliviar los síntomas.

claudicación intermitente y movilidad

Diagnóstico

Diagnóstico

Para el diagnóstico de este trastorno, puede ser suficiente una correcta historia clínica y realizar un examen físico, donde el médico tomará el pulso en diferentes regiones del cuerpo. En caso de oclusión de una arteria, el paso de la sangre por las arterias se sentirá con menor intensidad en esa zona. Otra prueba de la exploración física consiste en la auscultación de los posibles vasos afectados, en los que puede aparecer un soplo por la obstrucción al flujo normal de sangre.

Para confirmar el diagnóstico también se pueden realizar estudios como el Doppler y la ecografía, exámenes encargados de evaluar mediante ondas sonoras el grado de oclusión. O bien la oximetría, la cual consiste en medir los niveles de oxígeno de la sangre. En ese caso en particular, se encontrará que los niveles de oxígeno estarán disminuidos en la región distal a la obstrucción.

Otra prueba es la angiografía, que se trata de un método radiológico utilizado para visualizar los vasos, utilizando un medio de contraste para el diagnóstico de la oclusión arterial. Es solicitada en forma más específica para evaluar la localización exacta de la obstrucción, y en caso de necesitar la cirugía como un examen para determinar la localización y la estrategia a seguir durante la cirugía.

No podemos olvidar que la causa de esta enfermedad puede ser la base de la patología vascular en otras zonas del cuerpo, que aumenta el riesgo más elevado de mortalidad, como puede ser en las arterias coronarias del corazón, cuya obstrucción puede ser responsable de un infarto.

Complicaciones

Complicaciones

Si en la zona obstruida por placas de ateroma se pegan acúmulos de plaquetas, se llegan a formar coágulos (trombos). Si esta zona se inflama y aparecen diversos trombos se denomina trombosis. Estos trombos se pueden soltar (embolia), y por su tamaño llegan a arterias más pequeñas por las que no pueden pasar, las taponan totalmente y producen lo que se llama la isquemia aguda. Esta situación es muy grave, ya que puede evolucionar a la muerte de los tejidos implicados en la isquemia y a la pérdida irreversible de los mismos.

Tratamiento

Tratamiento

No tiene un tratamiento específico, por lo que es importante intentar evitar su evolución y controlar sus consecuencias, por lo que se tienen que tener en cuenta una serie de medidas generales:

  • Cuidado de los pies: Es importante hacer énfasis en el cuidado de los pies, debido a que están sometidos a una actividad diaria que los predispone a sufrir traumatismos e infecciones que pueden agravar la evolución de la enfermedad.
  • Corte de las uñas: utilice una técnica adecuada que no lesione los dedos de los pies, lo más aconsejable es que el corte sobre las uñas se realice en forma recta permitiendo que las esquinas de las uñas queden libres.
  • Examinar pies y calzado antes y después de realizar prácticas deportivas o caminar largos trayectos.
  • Utilizar calzado adecuado, cómodo y liviano. Evitar zapatos apretados o descubiertos que predispongan al trauma. Y, sobre todo, que no sean de material sintético como el plástico, debido a que no transpira y predispone a las infecciones, especialmente por hongos, como es el caso del píe de atleta.
  • Las medias utilizadas no deberán ejercer presión sobre la pierna, eso generaría una presión adicional sobre el vaso sanguíneo.
  • Elevar la cabecera de la cama estimula a la sangre para pasar a través de la obstrucción por efecto de la gravedad.
  • Realizar ejercicios físicos supervisados y progresivos como pasear y montar en bicicleta mejoran la capacidad funcional, favorece la actividad del corazón y generan un mejor estado de ánimo.
  • Hacer ejercicio 3 veces por semana.

Otras alternativas de tratamiento, existen tres niveles de actuación:

  • Control de los factores de riesgo, pues es posible detener su progresión y, en algunas circunstancias, incluso producir cierta regresión. Hay factores que pueden ser controlados como la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad. Y otros eliminados, como el tabaco, cuya supresión es fundamental. Así mismo, deben modificarse radicalmente los hábitos de vida en cuanto al sedentarismo, dieta y estrés.
  • Tratamiento con medicamentos, que deberán ser recetados por el médico que esté tratándole.
  • Tratamiento quirúrgico: Se reserva para pacientes con una afectación grave incapacitante o progresiva.

¿Cómo afecta la movilidad?

¿Cómo afecta a la movilidad?

Como los músculos necesitan más oxígeno cuando se realiza algún tipo de ejercicio, con esta enfermedad el riego sanguíneo no puede proporcionarlo, por lo que aparece el dolor en las piernas, con sensaciones de ardor, entumecimiento, hormigueo y fatiga muscular. Síntomas que surgen cuando se realiza ejercicio y desaparecen cuando el músculo vuelve a estar en reposo. Y en los casos más graves se pueden producir incluso cuando no se realiza ningún esfuerzo.

Por ello, desde thyssenkrupp Home Solutions se recomienda la instalación de un salvaescaleras, como una solución para subir y bajar las escaleras en viviendas unifamiliares con más de una altura, de forma que la persona que padece esta enfermedad no quede postergada en una de las plantas de la vivienda, ganando en seguridad y autonomía.

*Nota: La información facilitada aquí no puede, por ninguna causa, sustituir a la atención médica directa, ni tampoco debe utilizarse con el fin de establecer un diagnóstico, o elegir un tratamiento. Las recomendaciones que se citan tienen únicamente finalidad informativa.

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